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jueves, 19 de marzo de 2015

Nuestra comunidad en el periódico Diario Jaén con motivo del Día del Seminario

http://www.diariojaen.es/jaen/item/76000-estudio-y-vocacion-por-dios
Viven en comunión, en un ambiente de estudio, pero también de reflexión. De puertas adentro, el seminario encierra un mundo de análisis y conocimiento, pero también de acercamiento y descubrimiento de Dios.
Afuera, traspasados los muros, la vida continua, mientras los jóvenes se preparan para dedicarse a su religión. Hoy, la institución está de celebración, ya que San José es el patrono de la Iglesia Universal y de los seminarios.
En la actualidad, son diez los aprendices que se forman en las instalaciones de Jaén. Aunque las incorporaciones no son tan masivas como en una Universidad, en la institución cristiana acceden entre uno y tres hombres por año, según el rector Luis María Salazar García. De hecho, entre los siete niveles que existen, en el último no hay ningún seminarista.

Y es que los primeros pasos del camino no implican a que el estudiante culmine el proceso vocacional. “El seminario no es solo una cuestión de estudio, sino de descubrimiento de la propia vocación. Alguno de los seminaristas descubren que Dios no los llama a la vida sacerdotal y, lógicamente, aunque tengan capacidad para seguir los estudios, dejan el seminario para responder a aquello para lo que el Señor los llama”, explica el rector. En este sentido, apunta que este proceso se realiza más frecuentemente en los primeros años de la vida en el seminario. Concretamente, en las etapas introductoras y de discipulado. “Pero podría ocurrir en cualquier momento del proceso”, aclara Salazar García.
Aunque la edad de entrada en el seminario es de 18 años, para lo que es necesario obtener el título de Bachillerato o el equivalente de acceso a la Universidad, el rector apunta que, en la actualidad, soliciten su incorporación  personas que cursaron previamente otros estudios. “Incluso hay casos de quienes ya proceden de una experiencia laboral previa, así, en la actualidad hay seminaristas que superan los 30 años”, explica Salazar García. Además, matiza que cuando el seminarista ya tiene una formación en Filosofía o Teología puede considerarse la posibilidad de acortar los siete años del proceso. “Pero, como no es solo académico, sino también de formación integral, estos casos son siempre una excepción”, manifiesta el rector de la institución.
A lo largo de las diferentes etapas en las que el joven forma parte de la comunidad del seminario no solo se forma en los campos de Filosofía y Teología, ya que la oración es otra de sus tareas esenciales. Sin embargo, los estudiantes también dedican su tiempo a la cultura, como la música, el teatro, la literatura, el cine o la física.
Lejos del concepto de un colectivo interno y aislado del mundo, los seminaristas también organizan encuentros y convivencias vocacionales con jóvenes de la provincia los fines de semana.


“Sentí la llamada divina en un momento concreto de mi vida”    
Natural de Sabiote, José Navarrete Ochoa recuerda cuando fue llamado por el Señor. “Un momento de mi vida sentí que Dios me llamaba mediante experiencias. Recibí la ayuda de mis padres y de mi parroquia en mi municipio natal”, dice el joven de 21 años. Navarrete se acuerda de que, desde pequeño, siempre le llamó la atención todo lo relacionado con la Iglesia. “Creo que cada uno tiene una vocación. Todos los cristianos saben a dónde están llamados. Hay vocaciones especiales, como la de cura, de monja, misionero o la del matrimonio”, explica el seminarista.
En su caso, el joven afirma que su familia respondió “muy bien” a su vocación. “Mis padres son cristianos y me entendieron y apoyaron siempre, aunque sé que hay compañeros que no han contado con ese apoyo por parte de sus familias”.
José Navarrete lleva en Jaén desde los 14 años donde estudió en el IES Fuente de la Peña. “Tengo muy buenos recuerdos de cuando estuve en el Seminario menor”, añade.
A la hora de reflexionar sobre la escasez de vocaciones, el joven opina que hay una falta de implicación. “No se trata solo de ir a misa los domingos, me refiero a una mayor participación en las parroquias, por ejemplo”, dice Navarrete.


Artículo extraído de Diario Jaén. Redactado por Diana Sánchez Perabá.

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