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miércoles, 22 de junio de 2016

La formación pastoral: nuestras experiencias este curso



Se acerca el fin de curso en el Seminario y el inicio de la época de vacaciones para los seminaristas. Pero nos gustaría ofreceros una de las dimensiones de nuestra formación que durante el curso hemos trabajado. Se trata de la formación pastoral. Durante este año los seminaristas hemos ido una vez a la semana a lugares propuestos por nuestros formadores para conocer la realidad de nuestra sociedad y la ayuda que presta la Iglesia a esas personas que lo necesitan. Cada seminarista junto a otros compañeros hemos podido compartir nuestras experiencias en la cercanía de las personas, conociéndolas y preocupándonos por su situación. Han sido cuatro los lugares donde hemos ejercido nuestra pastoral: en la fundación Proyecto Hombre en la cual han estado nuestros compañeros Andrés, Miguel, Pablo y Pepe; también en el Hogar de Santa Clara con nuestros compañeros Jesús y Julián; otro lugar ha sido la Residencia de las Hermanitas de los Pobres donde han estado nuestros compañeros Antonio José y Cándido; y por último el Banco de Alimentos de Cáritas del Barrio de San Felipe en el cual han estado José Manuel, Fran y Antonio Guerrero.

En la experiencia de Proyecto Hombre donde han estado Miguel, Pepe, Andrés y Pablo ellos mismos dicen que "hemos podido conocer las situaciones de las personas que han estado metidas en el mundo de las adicciones (drogas, alcohol, violencia...). Personas que se están recuperando y aprendiendo a sanar sus vidas. Este curso la comunidad terapeútica de Proyecto Hombre se trasladó al edificio que utilizaba el Seminario Menor. El Obispo cedió este edificio a la fundación durante este curso para que fuese la casa terapeútica. Ciertamente los hemos tenido de vecinos, sobre todo hemos ido una vez en semana a sus terapias, talleres y grupos para conocer la dinámica de sus procesos. La verdad es que uno aprende muchas cosas, pero sobre todo aprendemos a escuchar, a comprender, a saber dar unas palabras de ánimo y a estar cercanos a ellos. Ellos nos han enseñado muchas características de cómo debe ser un pastor el día de mañana".

Con palabras de nuestro compañero Jesús os presentamos la experiencia en el Hogar de Santa Clara, junto a su compañero Julián:  "Ha sido la experiencia de compartir algunos momentos de nuestra vida con personas sin hogar ha sido algo extraordinario, profundamente enriquecedor. Me ha ayudado a cambiar algunos puntos de vista que tenía, el valor tan grande que tienen las cosas pequeñas que hacemos por los demás, la importancia de la presencia que nos transforma a unos a través de otros. Dios está en el susurro de una suave brisa, donde lo podemos reconocer y nos transforma. Este curso Dios se ha hecho presente en otra brisa, El Hogar de Santa Clara. Desde un principio nos acogieron con cariño y sin ningún recelo, al contrario nos hicieron sentir en nuestra casa. Gracias por abrirnos las puertas, tanto de vuestra casa, como la de vuestros corazones, que Dios os lo pague".

Cándido nos resume también lo vivido, junto a su compañero Antonio José, en  la Residendia de Hermanitas de los Pobres de Jaén: "Ha sido una experiencia en la que hemos vivido la obra de misericordia de visitar y cuidar a enfermos y ancianos. Charlabamos con ellos dedicándole tiempo y escuchándolos, las personas mayores se desahogaban con nosotros de sus  quejas y nos hablaban de su familia. Más tarde colaborabamos para darles de comer a algunos impedidos y los llevábamos a su sitio después. Ha sido gratificante pues hemos recibido más de lo que hemos dado. Hemos experimentado la alegría del Evangelio: ¡hay más alegría en dar que en recibir!"

Y acabamos con la experiencia de nuestros compañeros José Manuel, Fran y Antonio en Cáritas. Ellos nos cuentan: "La experiencia en cáritas nos ha dado la posibilidad de palpar más a fondo una realidad que hoy en día no se tiene muy en cuenta en la sociedad e ignoramos habitualmente. Nos hemos dado cuenta de la inseguridad y vergüenza de esas familias que lo están pasando mal y tienen la necesidad de pedir a otros ayuda para poder tirar adelante. Pero también hemos visto como hay personas voluntarias que dan todo lo que pueden y más por esas personas sin prejuicios".

No podemos dejar de dar gracias a todas las personas que nos han ofrecico poder estar a su lado, esas personas que nos han ayudado a crecer, a madurar y a seguir nuestro caminio con ilusión, preparanos bien para nuestro futuro ministerio sacerdotal, si es esa la voluntad de Dios. Gracias en nombre de la comunidad por tener esas puertas abiertas, sobre todo las puertas del corazón, gracias por dejarnos acercárnos a esas vidas que nos enseñan tanto. Dios ha estado grande con nosotros mostrándonos en estas personas el rostro de la misericordia. Que Dios os bendiga. 

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